Preparando tu piel para las vacaciones de invierno: ¡Indispensables en tu rutina!

El frío provoca la contracción de los vasos sanguíneos en la dermis, lo que resulta en una menor llegada de nutrientes a la piel. Esto suele dar lugar a un aspecto apagado y reseco.

Además, otros factores como los cambios térmicos entre el frío del exterior y la calefacción del interior, la baja humedad y el uso de agua caliente en la ducha pueden alterar nuestra barrera cutánea, dejando la piel desprotegida y favoreciendo la sequedad y la deshidratación.

Las células de nuestra piel forman una especie de "muro de ladrillos" unido por lípidos que actúan como cemento. Esta estructura es responsable de mantener nuestra hidratación y protegernos, y constituye lo que denominamos barrera cutánea. Sin embargo, durante los meses fríos y debido a los cambios mencionados anteriormente, éste muro se agrieta, lo que provoca molestias y sequedad en la piel.

Si además consideramos las vacaciones de invierno, la presencia de nieve y una mala rutina de cuidado de la piel, podemos experimentar consecuencias desfavorables, e incluso ciertas enfermedades inflamatorias como la rosácea, los eccemas o la psoriasis pueden agravarse debido al daño en la barrera.

¿Cómo puedes proteger tu piel durante el invierno?

1. Añade más capas de protección a tu piel, al igual que usas prendas de abrigo para protegerte del frío. Puedes superponer distintos sérums que te ayuden a mantener la estructura de la barrera cutánea, como aquellos que contienen ácido hialurónico o niacinamida.

2. Después, aplica una crema hidratante que también repare la función barrera, especialmente si tienes la piel seca o deshidratada. Puedes optar por cremas que contengan ingredientes como manteca de karité o ceramidas.

3. Por la noche, considera añadir un aceite facial, especialmente en las regiones donde el frío es más extremo. Este paso creará una barrera externa que ayudará a proteger y reparar tu piel mientras duermes, además de aportar activos adicionales. Puedes optar por un aceite con jojoba para obtener una mayor protección.

4. ¡Cuidado con el agua caliente! Evita el contacto de la piel de tu rostro con agua caliente durante la ducha o al realizar la limpieza facial, ya que esto contribuye a la deshidratación de la piel. Si sientes tirantez después de lavarte el rostro o al salir de la ducha, refuerza la hidratación y revisa si los productos de higiene son los más adecuados para tu piel, o si deberías optar por opciones más suaves.

5. ¡Protege las zonas más sensibles! Es fundamental incorporar contornos de ojos y protectores labiales para cuidar las zonas más sensibles. En el caso de los contornos de ojos, elige aquellos que reparan e hidratan la piel, pero que tengan una textura ligera para evitar la congestión de la zona. Para los labios, busca bálsamos con ingredientes oclusivos, como mantecas, que hidratan, reparan y protegen la piel.

6. Elige activos adecuados. Los activos que favorezcan la reparación y regeneración de la piel son indispensables. La vitamina C, la vitamina E y la niacinamida son antioxidantes esenciales para reparar y proteger la piel durante el día. El ácido hialurónico y la glicerina son hidratantes que te ayudarán a mantener la piel confortable y contrarrestar la deshidratación. La manteca de karité, las ceramidas, la centella asiática, el pantenol y la alantoína te ayudarán a reparar y regenerar tu barrera cutánea.

7. Ten precaución con los activos renovadores, como los exfoliantes químicos (retinoides e hidroxiácidos), los exfoliantes físicos o los enzimáticos. Incorporarlos de forma gradual y con supervisión o asesoramiento profesional.

8. Tratamientos intensivos Incorpora mascarillas reparadoras de la piel al menos dos veces por semana, especialmente en las zonas donde el clima es más agresivo. Estas mascarillas proporcionan una hidratación intensa y potencian la reparación de la barrera cutánea, protegiéndola del daño.

9. ¡No olvides el protector solar!. Aunque estemos en invierno, es importante utilizar protección solar. Los rayos UVA están presentes durante todo el año y son responsables de arrugas, alergias, manchas y cáncer de piel. Además, los rayos solares se reflejan en superficies como el agua, la arena y la nieve, lo que potencia el daño solar en la piel. Por lo tanto, incluye un protector solar con al menos FPS 30 (se recomienda FPS 50) en tu rutina diaria.

Kit indispensable para llevar de vacaciones

Si te vas de vacaciones, asegúrate de llevar estos productos esenciales:

● Limpiador: elige un gel o leche de limpieza según tu tipo de piel. En rutinas más avanzadas, puedes añadir un aceite de limpieza adicional para realizar por la noche doble limpieza

● Serum antioxidante: opta por un serum de niacinamida o vitamina C.

● Serum hidratante: elige un serum o ampollas de ácido hialurónico. ● Crema hidratante y reparadora: busca una crema que, además de hidratar, aporte ceramidas para reparar la piel. ● Protector solar: utiliza un protector solar con un FPS de al menos 30 (se recomienda FPS 50).

● Protector labial: lleva contigo un bálsamo o manteca labial.

● Hidratante corporal/manos: elige un producto que te ayude a reparar la piel del cuerpo.

¡Imprescindible!

Siempre que viajes, lleva contigo una crema reparadora de piel apta para toda la familia, como la pomada Aquaphor. Este tipo de productos pueden ser de gran ayuda para tratar desde quemaduras accidentales hasta eczemas debido al frío, sequedad por el viento o reacciones alérgicas.

Son indispensables, ya que se pueden utilizar en todas las edades, desde la colita del bebé hasta adultos, y te salvarán en alguna emergencia. Además, es importante mantener una alimentación saludable y una correcta hidratación durante esta temporada. Una dieta equilibrada rica en frutas, verduras y alimentos con ácidos grasos omega-3 puede contribuir a la salud y apariencia de la piel. Asimismo, beber suficiente agua ayuda a mantener una hidratación adecuada desde dentro hacia fuera.

No olvides proteger también tus manos, especialmente en climas fríos. Utilizar cremas hidratantes específicas para las manos y utilizar guantes cuando estés expuesto(a) a temperaturas bajas puede prevenir la sequedad y agrietamiento de la piel en esta área tan vulnerable.

Por último, ten en cuenta la importancia de evitar el contacto directo con el calor excesivo, como las estufas o chimeneas. Estas fuentes de calor pueden deshidratar aún más la piel, por lo que es recomendable mantener una distancia adecuada y proteger la piel mediante el uso de barreras como prendas de algodón.

Recuerda que estos consejos adicionales te ayudarán a mantener una piel saludable y protegida durante las vacaciones de invierno. ¡Disfruta de tus vacaciones sin descuidar tu piel, ya sea que estés en la ciudad o de viaje!

Farm. Guillermina Le Moglie MN 16690

Comunicación y formación en dermofarmacia

IG: @guille_lemoglie

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