Desmitificando el Acné: Verdades y Mitos en su Tratamiento Dermocosmético

El acné es una patología de la piel que a la mayoría de las personas nos preocupa y afecta en algún momento de nuestras vidas.

Afecta al 80% de los adolescentes y al 40% de los adultos, y alrededor de esta patología han surgido una serie de mitos y verdades erróneas que, en lugar de mejorar el acné, pueden empeorarlo.

¡Vamos a ir al grano! y hablar del acné con fundamento científico para mejorarlo y evitar aquellas acciones que solo aumentan el riesgo de que nos queden cicatrices o marcas.

¿Qué tipo de acné tengo?

Podemos hablar de acné juvenil, el más frecuente, y acné adulto.

- Acné juvenil: Es el que afecta a los adolescentes desde la pubertad y suele revertirse a partir de los 18 años. Se ubica principalmente en frente, mejillas y mentón y se caracteriza por lesiones inflamatorias: Granitos

- Acné adulto: se lo conoce como acné tardío, y suele darse principalmente en mujeres alrededor de los 24 años, principalmente en la parte del cuello y mentón con lesiones inflamatorias profundas.

¡El acné tiene cura!

Es importante destacar que más allá del tipo de acné que puedas tener ¡este tiene cura!, y es importante para eso contar siempre con la ayuda del profesional y evitar intervenir por nuestra cuenta con prácticas no recomendadas que solo aumentará el riesgo de que nos queden marcas pigmentarias o cicatrices en la piel

Mitos y verdades del acné

El acné se debe a la falta de higiene. FALSO.

Uno de los falsos mitos más frecuentes en relación al acné, es creer que este se debe a una falta de higiene. La acumulación excesiva de sebo en la piel puede llevarnos a sentirnos "sucios", pero es importante comprender que esta sensación no se solucionará lavando nuestro rostro con mayor frecuencia, ya que detrás de ello suele haber un desequilibrio en la producción de sebo. Por el contrario, la limpieza frecuente (más de dos veces al día), puede terminar empeorando el acné ya que altera la barrera cutánea y termina generando una respuesta aún más exagerada en la producción de sebo.

Cuánto más agresivo o fuerte es el producto de limpieza ¡Mejor! Falso.

Éste falso mito se relaciona con el anterior. Es frecuente que intentemos elegir aquellos productos del mercado que son más fuertes y agresivos, creyendo que nos ayudará a tratar de forma más rápida y eficaz el acné. Sin embargo estos productos suelen ser para uso ocasional o para pieles resistentes. Usarlos diariamente alterará la barrera cutánea y agravará los signos del acné.

El acné es causado por los alimentos. ¡Controversial!

Durante los años se han emitido diferentes opiniones de acuerdo a la alimentación y el acné. Algunos alimentos como el chocolate o los lácteos suelen ponerse en el foco de aquellos pacientes que tienen acné. Hoy en día se recomienda a los pacientes con acné, y en general a todos, que intenten siempre en todas las dietas aumentar el consumo de alimentos reales, reduciendo azúcares y multiprocesados. Esto sin duda mejora la salud de la piel y su calidad.

Los tratamientos caseros son eficaces para tratar el acné. ¡FALSO!

Hay una infinidad de tratamientos caseros muy difundidos en redes sociales, pero lejos de mejorar el acné lo que hacen es empeorarlo. Los más frecuentes son los que incluyen pasta de dientes o jugo de limón que buscan una “acción secante” Este tipo de preparaciones irrita y deshidrata la piel. Y es muy probable que termines con una mancha pigmentaria.

Si te salió un granito eventual que queres secar rápidamente, contás con productos específicos de farmacia que logran este efecto en una noche. Están formulados con activos de uso local que ayudarán a obtener resultados rápidos sin comprometer la integridad de tu piel.

Tomar sol es una buena solución para mejorar el acné. Falso.

Este mito es bastante frecuente, y hemos desarrollado una nota completa en el blog si buscas más información. Es importante que sepas que el sol es un falso amigo del acné y aunque en principio pueda parecer que seca las imperfecciones termina generando un efecto rebote donde aumentan las lesiones de acné y marcas pigmentarias. ¡Siempre utiliza protección solar!.

Empecé un tratamiento para el acné y ahora tengo más acné. Verdadero

Esto es posible. Normalmente cuando iniciamos un tratamiento para el acné empleamos activos renovadores o transformadores.

Estos activos buscan acelerar el proceso de renovación de la piel, dicho de una forma más fácil, hacen que tus células se recambien más rápido. Esto sin duda nos ayudará a tratar el acné, pero en principio puede hacer que todos esos granitos que estaban en proceso de aparecer aparezcan rápidamente y todos juntos.

Es el famoso efecto “purga”. Saber esto es importante para entender que el tratamiento está funcionando, no desanimarnos y perseverar.

Por último, quiero compartirte algunos consejos prácticos para ayudar a cuidar tu piel si tenes acné.

- Limpia tu piel 2 veces al día, por la mañana y por la noche.

- Elige limpiadores suaves y gentiles ¡No debes sentir tu piel tirante!

- Evitá tocar o apretar los granitos, hacerlo solo dejará marcas

- Usá siempre protector solar, buscá productos toque seco, oil free

- Utiliza una rutina adecuada; ¡compartimos una en este blog!

- Consultá a tu dermatólogo en caso de acné severo o que no revierta

Farm. Guillermina Le Moglie

MN 16690

Comunicación y formación en dermofarmacia

IG: @guille_lemoglie

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