Cuidado de la piel en otoño: adaptando tu rutina

Cada cambio de estación es una oportunidad para revisar y ajustar la rutina de cuidado de la piel.

Con la llegada del otoño, es importante prestar atención a los cambios en la temperatura y en la humedad del aire, que pueden afectar la salud y apariencia de la piel.

Durante el otoño, la piel puede presentar signos de deshidratación, manchas pigmentarias y arrugas más pronunciadas, como resultado de la exposición solar durante el verano y los cambios climáticos.

Es importante adaptar la rutina de cuidado de la piel en otoño para satisfacer sus necesidades específicas y repararla después del verano Además es una época ideal para introducir los primeros transformadores como retinoides e hidroxiácido, ya que en invierno, la barrera cutánea se sensibiliza aún más y es más difícil incorporar estos activos que estimulan la renovación de la piel, y en primera instancia la sensibilizan.

Algunos de los cambios que puedes incluir en tu rutina en ésta época son:

Limpieza: Revisa que tu limpiador sea gentil. No debe dejarte una sensación tirante post limpieza. Las pieles propensas a la deshidratación pueden optar por una limpieza más suave, como el uso de aguas micelares por la mañana. También se pueden elegir limpiadores con mayor contenido de glicerina o niacinamida para favorecer la hidratación. Es importante evitar el uso de agua muy caliente sobre la piel, ya que puede aumentar la resequedad.

Hidratación: Muchas pieles pueden sentir que su crema hidratante ya no les resulta suficiente durante el otoño. Las pieles secas y deshidratadas necesitarán texturas más ricas y untuosas, enriquecidas con ceramidas, ácido hialurónico, manteca de karité que aseguren la integridad de la barrera cutánea.

Tratamientos intensivos: son aquellos en formato sérum o ampolla, que nos permiten lograr cambios más inmediatos. Durante el otoño (y durante todo el año) no puede faltar un sérum antioxidante que nos proteja del daño del sol y los radicales libres. Puedes sumar vitamina C, un antioxidante que promueve la síntesis de colágeno y previene los daños provocados por el sol y la contaminación, vitamina B3 (niacinamida), que tiene propiedades despigmentantes y ayuda a reparar la barrera cutánea.

Por la noche, esta época es ideal para incorporar transformadores como los retinoides, que nos ayudan a contrarrestar los daños del sol, manchas y arrugas pronunciadas. También puedes sumar hidroxiácidos como el ácido glicólico que ayudará a hidratar, renovar e iluminar la piel. ¡No sumes en simultáneo retinoides e hidroxiácidos!, ya que es esto puede irritar tu piel

Por último, no puede faltar la protección solar.

El sol es el principal responsable del envejecimiento de la piel, produciendo arrugas y manchas. Por lo que, si lo que buscamos es contar con una piel saludable, debemos cuidarla todo el año del sol, incluso los días nublados.

Además, la mayoría de los activos que mencionamos y que se usan en esta etapa suelen ser o fotosensibilizantes (aumentan la sensibilidad de la piel al sol) o fotosensibles (se deterioran por el sol) por lo que, si realmente buscar obtener beneficios, no podés saltear este paso

Si mantienes estos cambios a largo plazo, podrás mejorar la apariencia y calidad de tu piel, reduciendo signos de fotoenvejecimiento como arrugas y manchas

Guillermina LE MOGLIE

Farmacéutica formadora en dermofarmacia

MN:16690 IG: @guille_lemoglie

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