- Farm. Guillermina Le Moglie
- Consejos saludables
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La piel glow es esa piel que parece iluminarse desde el interior. Es una piel que refleja luz de manera uniforme, sin imperfecciones notorias, con un tono homogéneo y una textura suave. Más que un objetivo inalcanzable, es un estado al que podes llegar con los cuidados adecuados. Lo primero a identificar es cuál es la barrera que está impidiendo que tu piel se vea luminosa. Para que una piel se observe con brillo propio debe tener una buena hidratación, una textura uniforme y debemos evitar las manchas pigmentarias que apagan esa luminosidad. También es importante que identifiques y diferencies en esta instancia “luminosidad” de “oleosidad”, buscamos una piel iluminada, que a diferencia del brillo de la piel oleosa, en la primera no tenemos ese exceso de sebo.
Si tu piel está deshidratada, pigmentada o con textura irregular o engrosada no podrá reflejar la luz, y se verá apagada o con aspecto cansado. Los tres pasos clave para una piel glow perfecta
1. Hidratación: El pilar de una piel radiante La hidratación es esencial para una piel glow. Cuando la piel está bien hidratada, se ve más elástica, tersa, con un brillo natural y es capaz de reflejar la luz. • Activos que podes incorporar para recuperar la hidratación
o Ácido hialurónico: Capta agua del entorno y retiene la humedad en las capas superficiales de la piel. Hidrata de manera rápida.
o Ceramidas: Refuerzan la barrera cutánea, evitando la pérdida de agua. Ideal para hidratar pieles con barreras dañadas.
o Glicerina: Subestimado, pero poderoso. Este activo hidrata y ayuda a mantener el agua en la piel al crear un efecto oclusivo.
• Cómo incluirlos: Aplica activos hidratantes en forma de serum. Si tenes la barrera dañada o piel seca, además de hidratar deberás sumar activos que reparen la barrera para poder retener el agua en la piel
2. Exfoliación: Renueva tu piel para que se ilumine La acumulación de células muertas puede hacer que la piel luzca opaca y sin vida. La exfoliación elimina esta capa superficial, estimulando la regeneración celular lo que revelauna piel más fresca y luminosa.
• Activos recomendados: o Alfahidroxiácidos (AHAs) como el ácido glicólico, ideal para pieles secas, resistentes con textura irregular, o el ácido mandélico, más recomendado en pieles mas sensibles.
o Betahidroxiácidos (BHAs) como el ácido salicílico, perfecto para pieles grasas o propensas al acné.
• Frecuencia: Una o dos veces por semana, dependiendo de tu tipo de piel.