- Farm. Guillermina Le Moglie
- Consejos saludables
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¿Qué es la piel?
La piel es el órgano más grande del cuerpo humano, con funciones esenciales que van mucho más allá de ser solo una barrera física. Nos aísla del entorno externo, protegiéndonos de agentes patógenos, regulando la temperatura y participando en la síntesis de vitamina D.
Además, juega un papel crucial en la percepción sensorial y en la comunicación social, contribuyendo a nuestra apariencia y autoestima.
Como se suele decir, la piel es nuestra carta de presentación.
¿Por qué es importante identificar mi tipo y estado de piel?
La identificación del tipo y estado de la piel es fundamental para establecer una rutina dermocosmética efectiva.
Cada piel es única, y conocer sus características permite elegir productos y tratamientos adecuados que optimicen su salud y apariencia. Las rutinas personalizadas no solo mejoran el bienestar de la piel, sino que también previenen problemas dermatológicos y promueven una mejor respuesta a los tratamientos.
Es importante recordar que una rutina inadecuada puede dañar la barrera cutánea y llevar a problemas como irritación, sequedad o acné.
Al momento de identificar el tipo de piel, una de las clasificaciones más empleadas y reconocidas es la de Helena Rubinstein, una pionera en el campo de la dermocosmética. Rubinstein fue una de las primeras en observar cómo el balance entre lípidos y agua en la piel determina su tipo.
Según este equilibrio, su clasificación distingue entre pieles normales, mixtas, grasas y secas. Esta categorización, aunque no es la única, se ha popularizado en la práctica y sigue siendo una referencia básica para elegir cuidados dermocosméticos adecuados.
Clasificación de Tipos de Piel
1. Piel Normal: Equilibrada, sin áreas excesivamente secas o grasas, con un buen nivel de hidratación y textura suave. Aunque en teoría existe este tipo de piel, en la práctica es raro encontrar una piel completamente equilibrada; la mayoría tiende a la sequedad o al exceso de sebo.
2. Piel Seca: Tiene una baja producción de lípidos, lo que afecta la barrera cutánea y causa descamación, tirantez y un aspecto opaco. Además de ser seca (por falta de lípidos), suele estar deshidratada (por pérdida de agua). Este tipo de piel necesita productos hidratantes ricos en emolientes y cremas que refuercen la barrera cutánea.
3. Piel Grasa: Se caracteriza por un exceso de sebo, que causa brillo, poros dilatados y mayor susceptibilidad a imperfecciones como el acné. Requiere productos de limpieza eficaz pero gentil, con activos seborreguladores y renovadores celulares que reduzcan el exceso de sebo y controlen el grosor del estrato córneo.
4. Piel Mixta: Combina áreas de piel grasa (en la zona T: frente, nariz y mentón) con áreas de piel seca o normal. Suelen ser pieles grasas deshidratadas, y necesitan productos específicos que mantengan la hidratación sin agregar oleosidad. Los productos ligeros o en gel suelen ser los más apropiados.
Sensibilidad y Resistencia de la Piel Otro factor importante es la sensibilidad o resistencia de la piel. Este aspecto es abordado en la clasificación de Leslie Baumann, una dermatóloga que desarrolló un sistema que divide la piel en 16 subtipos.
Para simplificar, es esencial entender que, además del tipo de piel (mixta, normal, seca o grasa), la piel puede ser sensible o resistente:
• Sensible: Reacciona con facilidad a productos, cambios de temperatura y factores ambientales, presentando enrojecimiento, picazón o irritación. Necesita fórmulas suaves, libres de alérgenos y fragancias, con activos calmantes que refuercen la barrera cutánea.
• Resistente: Estas pieles no suelen reaccionar a factores climáticos o a activos. Poseen una barrera fuerte, y aunque esto puede parecer una ventaja, a veces suelen también ser resistentes a los tratamientos debido a una menor absorción de los activos.
Identificación de Tipos y Estados de la Piel
Para identificar tu tipo y estado de piel, puedes realizar las siguientes observaciones:
• Observación Visual: Analiza la textura, el brillo, la presencia de imperfecciones y el tamaño de los poros.
• Tirantez: Observa si tu piel se siente tirante o confortable. Si tu piel tira todo el tiempo, probablemente se trata de una piel seca; si lo hace de forma ocasional, es posible que esté deshidratada.
• Consulta Profesional: Si tienes dudas sobre tu tipo de piel, visita a un profesional. Puedes consultar a tu dermatólogo, cosmetóloga o al farmacéutico en la farmacia, quienes podrán ayudarte a identificar tu piel y elegir la rutina que más se adecúe a tus necesidades.
Identificar adecuadamente el tipo y estado de la piel es esencial para el desarrollo de rutinas dermocosméticas personalizadas.
Esto no solo mejora la eficacia de los productos utilizados, sino que también contribuye a la salud general de la piel. Una rutina bien diseñada puede prevenir problemas cutáneos y optimizar el bienestar y la autoestima. ________________________________________
¡Te esperamos en nuestra TIENDA ONLINE para ayudarte a adaptar tu rutina a tu piel!
Si tienes dudas, puedes dejarlas en los comentarios para que podamos responderlas.
Farm. Guillermina Le Moglie
MN 16690 Comunicación y Formación en Dermofarmacia
IG: @Guille_LeMoglie