Aprende a cuidar tu piel en cada edad

Una de las preguntas más frecuentes que recibimos es ¿cómo cuidar la piel a medida que envejecemos? Esta pregunta, aparentemente simple, se vuelve compleja al considerar que personas de la misma edad pueden tener signos de envejecimiento completamente diferentes. La clave radica en comprender la diferencia entre la edad cronológica y aparente, un factor crucial en el mundo del cuidado de la piel.

La edad cronológica es el tiempo que ha pasado desde nuestro nacimiento, mientras que la edad aparente es la que observamos (y puede ser mayor o menor que nuestra edad cronológica), esta última es la que nos importa profundamente en nuestras rutinas de cuidado. Richard Glogau, un renombrado dermatólogo, introdujo una escala que clasifica el envejecimiento de la piel en cuatro grados distintos: leve, moderado, avanzado y severo. A través de esta escala, podemos adaptar nuestros cuidados de la piel según nuestras necesidades individuales y las señales que muestra nuestra piel.

Grado 1: Leve (20-30 años de edad aparente):

prevención y Equilibrio En este estadio, la piel está en su máximo esplendor, sin arrugas visibles. Aunque pueden existir problemas como el acné, debido a los cambios hormonales.

El enfoque principal es la prevención y el equilibrio, es el momento ideal para establecer una base sólida para el cuidado futuro.

La rutina recomendada incluye:

1) Antioxidantes para combatir los radicales libres, puede optarse por Niacinamida que ayuda controlar el acné.

2) Hidratantes ligeros y tratamientos específicos según las necesidades individuales, como productos para el acné.

3) Protector solar (FPS) para prevenir el envejecimiento prematuro.

Grado 2: Moderado (30-45 años de edad aparente):

Prevención y Primeros Signos del Envejecimiento La piel comienza a mostrar los primeros signos del envejecimiento, las arrugas comienzan a formarse, junto con cambios en el tono de la piel, como tonalidad amarilla y líneas paralelas al sonreír.

El enfoque aquí es la prevención y la promoción de la juventud. Es crucial intensificar la rutina de cuidado en este estadio, recomendaremos:

1) Aplicación regular de antioxidantes para mantener la piel joven, puede optarse por vitamina C que estimula la producción de colágeno.

2) Hidratación y tratamientos específicos que ayuden a tratar primeros signos de envejecimiento como el uso de ácido hialurónico de bajo peso molecular.

3) Protector solar (FPS) para prevenir el envejecimiento prematuro.

4) Por último, por la noche sumar transformadores, como retinoides o hidroxiácidos, tres veces por semana, incorporarlo de forma gradual y en noches alternas.

Grado 3: Avanzado (45-60 años de edad aparente):

Enfoque en la Hidratación y Rejuvenecimiento En esta etapa, la piel tiende a volverse más seca y a mostrar signos más pronunciados de envejecimiento, las arrugas están presentes incluso en reposo, y pueden aparecer problemas como el enrojecimiento y las marcas en la piel.

La rutina de cuidado debe ser más intensiva y se centra en la hidratación y el rejuvenecimiento.

Recomendaremos:

1. Antioxidantes de uso diario para proteger del daño de los radicales libres, podemos emplear vitamina E que nos ayudará a reforzar la barrera cutánea

2. Hidratación y tratamientos nutritivos, que contengan péptidos antiedad y activos como manteca de karité que nutran y reparen la piel.

3. Protector solar para prevenirnos del daño solar

4. Por último, por la noche, Productos transformadores, como retinoides o hidroxiácidos, de 4 a 6 veces por semana para mantener la piel en su mejor estado posible.

Grado 4: Severo (más de 60 años de edad aparente):

Enfoque en la Nutrición y la Restauración

En esta fase, las arrugas son profundas y se observa una pérdida significativa de volumen en la piel. Hay una pérdida significativa de colágeno, elastina y ácido hialurónico.

Pueden aparecer problemas como tono de piel grisáceo o amarillento y queratosis actínica.

La rutina de cuidado debe ser rigurosa y enfocada en revertir los signos del envejecimiento, se centra en la nutrición y la restauración profunda. La rutina puede incluir:

1: Antioxidantes para proteger la piel del daño, podemos optar por Vitamina E.

2. Tratamientos antiedad complementarios en forma de cremas nutritivas que además ayuden a restaurar la hidratación y la barrera cutánea.

3. Protector solar.

4. Por la noche, productos transformadores en concentraciones altas, aplicados 6 veces por semana. En resumen, el cuidado de la piel debe adaptarse a las necesidades específicas de cada individuo, considerando la edad aparente según la escala de Glogau.

Crear una rutina de cuidado personalizada nos ayudará a mantener nuestra piel en su mejor estado a lo largo de los años.

Farm. Guillermina Le Moglie

MN 16690 Comunicación y formación en dermofarmacia

IG: @guille_lemoglie

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