Llegue!!… esa es la palabra gloriosa, la que muchos anhelan después de correr una hora, un par de horas hasta a veces 6 horas. No importa cual fuese la distancia, lo que importa es culminar la carrera.

El tema esta como llegamos, en que estado, seguramente que cansados, pero.. con dolores, fatigados, sin nada de combustible. A ese punto quiero llegar, y por eso el título que lleva este articulo… “Lo que no se ve. Entrenamiento invisible”

El entrenamiento invisible es todo lo que hace el deportista entre una sesión de entrenamiento y otra. El término “invisible” tiene su origen en aquellas acciones que no forman parte del entrenamiento en sí, aquello que el entrenador “no puede ver”. Por ello, engloba varias situaciones: el descanso, la nutrición o actividades para reponer los músculos como la crioterapia o los masajes deportivos, entre otros.

El Descanso: si queres progresar en los entrenamientos, no le debas horas a la almohada. Durante el sueño se segregan hormonas como las del crecimiento que ayuda a que los músculos se regeneren después de una jornada de entrenamiento. También refuerza el sistema inmunológico, por lo que evitará que tengas que interrumpir tus sesiones de entrenamiento. Es importante pensar en que las horas de sueño son tan importantes como su calidad.

La Nutrición: los alimentos que ingiere el deportista inciden directamente en la capacidad de recuperación tras el entrenamiento, en la sensación de fatiga muscular e incluso en la aparición de lesiones. Hay que evitar cualquier alimento que no aporte muchos nutrientes, pero sí un alto número de calorías como los fritos, gaseosas o pastelería, e incluir todo lo que sea frutas y verduras, tener una variedad en ellas, tratando de consumirlas crudas y cocidas durante el transcurso del día. Y también descubre hay muchos alimentos como los pseudocereales que aportan muy buena calidad en hidratos y proteína, un ejemplo es la quinoa y el trigo sarraceno.

Elongación: estirar alivia las tensiones musculares, que si no se tratan correctamente pueden derivar a lesiones o molestias que se pueden agudizar . Los beneficios que tiene realizar una correcta elongación son:  mejora la flexibilidad, mantiene la movilidad articular y ayuda a que el riego sanguíneo llegue a todos los tejidos y con ello los nutrientes; de esta manera también te recuperas antes. Por todo esto, es imprescindible incluir una parte de estiramiento dentro de cada sesión de entrenamiento.

Masaje deportivo: aunque se puede acudir a un fisioterapeuta para rehabilitarse de una molestia o lesión, hay que ver el masaje deportivo como un método de prevención. Dentro del entrenamiento invisible, serviría para reducir la tensión muscular, sobre todo en las zonas más prolíficas a causar problemas. Prepara los músculos de cara a una competición o ayuda a su recuperación tras el evento.

Crioterapia: la aplicación de frío en determinadas zonas del cuerpo es una práctica muy antigua. El frío es un vasoconstrictor, por lo que mitiga el dolor muscular y acelera su recuperación. También es un potente analgésico y un antiinflamatorio muy barato, ya que no necesitas acudir a ningún sitio para hacer crioterapia; en casa puedes aplicarte agua fría después de una sesión de entrenamiento en los músculos que has trabajado.

Motivación: en ocasiones, se necesita la ayuda de un profesional, que puede ser el propio entrenador el que te proporcione claves para mantener la motivación en todo momento.

 

 

Lic en Nutrición M.N 7839

Lo que no se ve - Entrenamiento invisible
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